Imagina una técnica que utiliza los cambios sutiles en cómo nuestros ojos perciben la luz para afinar nuestra visión. Eso es lo que hace la prueba bicromática. Funciona aprovechando cómo los medios oculares cambian su índice de refracción con diferentes longitudes de onda de luz: la luz azul o verde se enfoca un poco antes que la roja debido a su menor longitud de onda y mayor índice de refracción.
Además, esta prueba ingeniosa se apoya en nuestro pico de sensibilidad a la luz. Para explorar esto, la prueba usa puntos específicos: 0,25 dioptrías (D) antes (en el caso del color verde a 535 nm) y 0,25 D después (para el color rojo a 620 nm).
En la práctica, se usa un optotipo dividido en colores rojo y verde, ya sea proyectado o en papel. Este diseño permite a los pacientes comparar su visión de ambos colores de manera efectiva. Se les pide que indiquen cuál de las dos mitades ven más clara, ajustando la corrección en incrementos de 0,25 D según sea necesario.
Si el lado rojo se ve más claro, se ajusta hacia una corrección negativa; si es el verde, hacia una positiva. El objetivo es llegar a un punto donde el paciente vea ambas mitades igualmente, aunque ligeramente borrosas.
Lo interesante es que, dado su principio óptico, esta prueba puede ser útil incluso para personas con alteraciones en la percepción del color. Se centra más en cómo se refractan las diferentes longitudes de onda de luz que en la identificación de colores per se.
¿Cómo se hace la prueba bicromatica?
- Colocamos en la pantalla el optotipo rojo-verde.
- Tapamos el ojo izquierda o comenzamos a afinar el ojo derecho
- Se le pregunta al paciente sobre cúal fondo las letras se ven más nitidas.
- Dependiendo de si ven mejor con el fondo verde o rojo, se ajusta la esfera con poder positivo o negativo, respectivamente.
- Si las letras son más definidas sobre el color rojo agregamos -0.25
- Si las letras son más definidas en color verde agregamos +0.25
- Esta operación se repite hasta que el paciente informe que ve las letras de manera similar con ambos fondos, lo que indica un ajuste preciso de su visión.
- Finalmente, se verifica la mejora en la agudeza visual, buscando cambios no mayores de 0,25 D a 0,50 D.
Este proceso se repite para el otro ojo.
Esta metodología no solo es un testimonio del ingenio humano en el campo de la óptica, sino también una herramienta valiosa en la mejora de nuestra percepción visual.
